viernes, junio 30, 2006

El Koala existe, yo lo he visto

Invitar a la Chica Abril a una fiesta-concierto. Las fiestas-concierto son imprevisibles: las hay estilo Sidonie y las hay estilo Marlango y quedaba por saber cómo sería una estilo Koala. Lo que yo pienso sobre el Koala, en fin, pues ya quedó dicho, pero aún así, curiosidad, siempre curiosidad, y vuelta a la sala Pachá, después de diez años más o menos.

Promesa de hacer algo de petardeo, pero promesa incumplida: nada más llegar nos sentamos en un sofá y me niego a levantarme. Sólo andan por ahí los Gomaespuma, así a primera vista, claro que la primera vista de un miope merece todo tipo de reservas. Saludos a Jose, el chico de Universal, un verdadero encanto. Creo que sabe que tengo mucho morro: me apunto a sus fiestas, pero no saco nada de sus artistas, excepto de Nena Daconte, claro, que no sé si compensa por todos los demás.

Espera interminable. Nada de copas gratis. A veces, en estos eventos, caen copas o cervecillas, y el tiempo pasa más rápido, pero no el miércoles. El miércoles sólo conversaciones sobre cine en el siglo XX, novelas de Steinbeck y recuerdos nostálgicos de dónde nos tocaban el culo las chicas. Repertorio variado.

Dudas razonables: "El Koala" no existe. Es un holograma. Un producto de inteligencia artificial -¿inteligencia?- cuidadosamente diseñado. Las nueve se convierten en las diez y siguen echando vídeos en una pantalla gigante: Pussycat Dolls, Nena Daconte... habituales de este blog, en cualquier caso.

Hasta que, entonces ya sí, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser y su discurso interrumpido y ese sentido del humor que sigue sin tener igual desde hace 25 años y lo que nos temíamos: risotadas capitalinas ante el rústico Koala, que, efectivamente, existe, y parece un tipo realmente adorable, la verdad, y le hacen fotos con su disco de oro y está completamente encantado y ajeno a esa especie de interés antropológico que despierta, mucho más allá de su repertorio musical y canta un par de canciones antes de que nos vayamos y aunque las dos parecen "Opá", no lo son, y por lo que me parece entreoír, los hay, incluso, que se saben la letra.

Fascinante.