viernes, septiembre 22, 2006

Ciudades de ida y vuelta

"¿No crees que hay ciudades a las que vuelves y te da la sensación de que nunca te has ido?", le pregunto a mi hermano, los dos somnolientos, justo antes de entrar a desayunar en un bar con oferta. "No", contesta, siempre pragmático, bolso al hombro y chaqueta negra, mientras mira a los dos lados, cruza y atraviesa la puerta.

San Sebastián, dos años después y por cuarta vez. Miedos que ya no son miedos, de manera que lo único que queda es esperanza e ilusión.

El autobús salió, la pensión estaba disponible -no sólo eso, es exactamente la misma en la que estuve en 2004, juegos del destino y de Mariam-, pude dormir un poco, muy poco, porque San Sebastián se ha convertido en una ciudad sorprendentemente ruidosa y la acreditación estaba donde tenía que estar.

Eso sí, no había casillero para mí. Si lo pienso bien, casi mejor... sólo sirve para recopilar bultos que nunca llegan a ser útiles. En cualquier caso, se ve que, todavía, Almiar no es "notodo.com", aunque algún día llegue a ser eso y más.

O no, qué más da.

El plan para hoy incluye cinco películas, ya tengo entradas para las dos de ciclos que quiero ver mañana y, además, en el buzón de correo hay dos emails de Albert Espinosa, anunciando que viene y nos veremos. Anunciar es una cosa y verse es otra, eso lo sabe muy bien mi entrañable Mai Meneses, pero la idea de tomar un café con el "hombre de la lavadora" y planear adaptaciones me pone los pelos de punta.

Y, además, por si acaso, como previéndolo, he traído un ejemplar de mi libro -mi ejemplar- para regalarlo a alguien especial.

Como por ejemplo...

Próxima parada: "Sleeping dogs lie" en menos de una hora.