miércoles, junio 06, 2007

Tideland

Terry Gilliam dice que hay que esperar al menos una semana desde que uno ve la película hasta que puede escribir sobre ella. Hay que pensar mucho y sobre varias cosas. Es posible. Lo cierto es que a mí la película no me ha gustado demasiado. Es una peli con niña y tengo prejuicios al respecto. La niña, además, no deja de salir en un solo plano durante dos horas. Excelente trabajo, desde luego, pero cansino.

También dice que el 75% de la crítica la puso mal y el 25% bien, pero que entre los bloggers la proporción es la inversa. Curioso, Terry Gilliam leyendo los blogs para enterarse de qué opinan de su película. Afán de superación, supongo. Si este blog cuenta para algo, cuenta en el 25% restante.

Estamos en el Círculo de Bellas Artes. Hemos terminado la entrevista -ocho minutos pero tremendamente productivos- y Mauri intenta buscar la mejor iluminación. Gilliam se tumba en el sofá en una pose intermedia entre Manet y Goya, y sonríe todo el rato. Tiene 64 años, lleva todo el día hablando y de un lado para otro, pero no deja de sonreír. El mundo de Hollywood. La traductora se lleva un programa firmado y la chica de prensa nos da las gracias.

Creo que mi entrevista le ha divertido y aún no sé por qué, puede que porque era la última.

Mauri y yo hablamos de nuestra experiencia común en notodo.com, probablemente en fechas parecidas. "Todo depende de a quién conoces", dice mientras ajusta el objetivo, después se lleva a Gilliam a otra sala y hablan sobre El Quijote. Cosas que pasan en Madrid. Al irse, me da una tarjeta profesional. Yo no tengo ni siquiera eso. "Escríbeme", dice, "y te mando alguna foto".

Y, de repente, me vuelvo a sentir dentro de una burbuja que cualquier niño estuviera soplando en cualquier dirección.

Como Alicia, por volver a "Tideland".