sábado, diciembre 29, 2007

No me quiero enamorar del mal

Perdido en el mar de fondo de Libertad, 8, provocando, haciendo chistes sobre los parecidos entre Gadaffi y un cantautor. Una mesa entrañable, con dos cantautores -uno de ellos, ni más ni menos, Mister Cantautor-, uno de los artífices de Central Musical y cuatro jurados insobornables.

¿O no?

Me han regalado dos adjetivos preciosos: "chulazo" y "friki", y dos nominaciones: "Mister Cantautor Novel" y "Chico Nochevieja". Luego me he quedado con un JB-Cola en los labios.

Un par de horas antes, Kika y Kelly en el rincón del Rincón, un sonido algo abotargado, no sé cómo explicarlo, saturado, quizás. Muy lejano, en cualquier caso. Instrumentos que no suenan o suenan mal. La liturgia habitual.

Cosas curiosas y bastante significativas: no ya que Kika esté ahí, una experta en adjetivos y conciertos, sino que se sepa las letras de las canciones. Canciones que ha tenido que escuchar en Internet, entiendo, porque yo juraría que no la he visto en ninguna actuación anterior, aunque a estas alturas...

Y que Emite Poqito ya sea un grupo con canción emblema -"No me quiero enamorar del mal"- y al menos otras cinco, fantásticas: "La nariz", "Un disparo", "Fórmula Secreta", "Adiós" y "Dame". En lo que todos estamos de acuerdo es en que Julia suena mejor al teclado, compone mejor al teclado e incluso canta mejor al teclado.

Y que hubo alguien que tuvo que elegir entre ella y otra y se quedó con la otra y no nos explicamos cómo pudo pasar algo así. Era un chico guapo y muy viril y no se llamaba Guille Ortiz.

Joan, Miguel y Ana, entrañables y más que correctos. Se reabre el debate de si Emite Poqito debe ser un grupo o una solista.

En ningún caso, una cantautora, lo que nos lleva de nuevo a Libertad, 8, de espectador, viendo combinaciones de juego corto y juego directo. Laterales y extremos. Selecciones italianas y brasileñas, calles equivocadas, coches que sirven de apartamento, o eso dicen...

Tú y yo no hacemos oveja.