sábado, mayo 24, 2008

Rajoy toma de su propia medicina

Es raro que le dé la razón en algo a Pepe Blanco. Recuerden bien este post, porque no se va a repetir mucho. El caso es que he leído unas declaraciones suyas -un titular, vamos, porque generalmente la estructura sujeto-verbo-predicado de Blanco no da para mucho más de una frase- en las que venía a decir que Mariano Rajoy está tomando de su propia medicina, refiriéndose a la política antiterrorista que defendió durante la negociación con ETA por parte del gobierno Zapatero en la anterior legislatura.

Primero, un inciso: yo no creo que Rajoy haya cambiado en nada su posición. Creo que el que la ha cambiado es el Gobierno, o, si se quiere, el que ha dado la razón al PP es ETA: son una banda de asesinos con la que no se puede negociar no sólo porque el chantaje sea inmoral sino que además es falso. No pretenden salidas negociadas, pretenden tumbar al sistema en su totalidad. Creo que el PSOE ahora lo ha vuelto a entender y en ese sentido, es absurdo que Rajoy critique nada a Zapatero en este momento. ¿Qué va a criticar? ¿Que se detenga a la cúpula terrorista?

En fin, durante años, Rajoy se valió de símbolos para lo que podía criticarse directamente con razones. Todo el que haya leído este blog sabe mi opinión sobre el "proceso de paz", pero también sabe mi opinión sobre las manifestaciones constantes en la calle utilizando a San Gil, Alcaraz, Ortega Lara... como estandartes. El mensaje estaba claro: quien no estaba con las víctimas, estaba con ETA o al menos contra la derrota de ETA.

Era una barbaridad. Cosas como la desafortunadísima frase de Rajoy refiriéndose a "la gente de bien" que acudía a esas manifestaciones de la AVT, como si los demás no lo fuésemos. No porque esa gente no merezca homenajes y reconocimiento, por supuesto que los merecen, pero políticamente uno puede estar de acuerdo con ellos o no y eso no le convierte inmediatamente en un sinvergüenza ni un traidor ni un legitimador del terrorismo.

Y ahora resulta que San Gil y Ortega Lara se han puesto contra Rajoy y, claro, le dejan abierto el flanco por el que él atacaba: ahora resulta que Rajoy es un vendido a Zapatero y a ETA, que ha cambiado sus principios, que no apuesta por la derrota del terrorismo... Por supuesto, es mentira. Tan mentira como cuando él mismo lo decía de los demás. Sólo que ahora él es el enfermo. Y no tiene muy buena pinta.