sábado, noviembre 01, 2008

La Reina ya no es campechana


Me considero racionalmente republicano. Es decir, si tuviera que empezar de cero una nación, empezaría eligiendo un líder, y al morir ese líder, elegiría otro líder por sus cualidades y no por ser el hijo de... Por otro lado, entiendo el argumento de la monarquía sólo si se considera un trabajo: es decir, Felipe de Borbón es el más capacitado para ser Jefe de Estado porque es el que lleva más años estudiando para ello. Desde que nació, exactamente.

Pero me quedo con el primer argumento, me resulta más plausible. Al Jefe de Estado lo tendrían que elegir los ciudadanos de ese estado, véase Alemania, Francia, EEUU, etc.

Sin embargo, la monarquía no me es molesta. Es una de esas cosas que yo no defiendo y que, si las pienso, ya digo, me parecen injustas, pero que no me irritan demasiado. No quemo fotos del Rey ni me hago de cruces cada vez que lo veo en su velero. Intento aplicar el segundo razonamiento: alguien tiene que hacerlo y probablemente esa gente está más preparada. Además, la monarquía española desde 1975 ha funcionado bien. En un momento en el que todos estaban listos para darse de leches, era bueno tener a alguien que mediara entre ellos y tomara decisiones de futuro.

Dicho todo esto, paso a las declaraciones de la Reina Sofía y el escándalo que han supuesto. Yo no lo entiendo. Es cierto que tampoco entiendo qué demonios pretendía ella diciendo eso a una periodista por muy "off the record" que sea. Tú eres la reina y la otra es una periodista y hay cosas que te tienes que callar. A mí me parecería escandaloso que la posición de la Casa Real al respecto del matrimonio homosexual o el aborto fuera esa. Pero no lo es. Estamos hablando de la posición privada, personal, de una señora de 70 años de clase media-alta y tendencias conservadoras. ¿No es normal que piense así? Venga, ¿cuántos de nuestros abuelos o nuestros padres piensan eso mismo?

El asunto no es lo que pienses, es lo que hagas.

Me irrita que el PP se manifieste contra los matrimonios homosexuales porque el PP, como partido, tiene poder ejecutivo. La Reina, no. Las opiniones de la Reina no sirven para nada. Por eso mismo no debería haber aceptado que las publicaran y con esto no me refiero a que secuestren el libro, sino a algo más sencillo: callarse.

Ahora bien, reconozco que me irrita de alguna manera la reacción furibunda de determinados medios y sectores. Los eternamente agraviados. Estaban esperando a que los campechanos cometieran un error para saltar encima. No me gustó la portada de "Público", ese "¿Por qué no se calla?". No me gustó que fuera portada y a todo trapo, me refiero. En lo sustancial, ya lo he dicho: debería haberse callado.

No me gustó lo de Ángel Martín de ayer en "Sé lo que hicisteis...". Me resultó muy chabacano, eso de referirse a los reyes como "El Mataosos" y "La Pegaperros". Uno no puede hablar de los Jefes de Estado como si estuviera hablando de Paqui Peña. Llámenme conservador, si quieren. Me resultó cruel y vengativo, sin acabar de entender exactamente el qué estaba vengando Ángel. Lo curioso de todo esto es que el PP -González Pons, más bien- haya salido inmediatamente a criticar a Sofía -supongo que será la inercia- y el PSOE haya salido inmediatamente a defenderla.

Uno se pone a asumir papeles y no sabe encontrar los límites.