martes, noviembre 04, 2008

Parece ser que Obama es negro


Si me preguntan quién quiero que gane las elecciones estadounidenses del martes por la noche les diré que me da más bien igual, pero que casi prefiero Obama, más que nada porque McCain no me dice nada y al menos con Obama tendremos algo de tregua mediática.

Eso no quiere decir que Obama me entusiasme. Me preocupa su punto populista, algo barato. Yo era de los de Hillary Clinton.

Lo que sí me pone de los nervios es el análisis "político" que se da a su posible victoria mañana. Estoy harto de los comentarios del tipo "el primer negro que...", "el primer hombre de color que...", "40 años después del discurso de Martin Luther King, por fin...". Vamos a ver, yo no pretendo ser un jodido insensible: por supuesto, los negros en Estados Unidos han sido menospreciados, humillados y apartados de buena parte de la vida pública durante décadas y hasta hace bien poco.

El problema es que no se les veía como personas: se les veía como negros. Y como eran negros, pues eran inferiores. Muchos lo creían de una manera casi científica, otros porque les venía bien: siempre es bueno que se decida que hay alguien que es inferior a ti y te tiene que recoger el algodón y ceder el asiento en el autobús. Lo grandioso de la Lucha por los Derechos Civiles y en particular, lo grandioso de Martin Luther King fue cuando dijo aquello de "tengo un sueño: que algún día a mi hijo se le juzgará por sus méritos y no por su color de piel".

Y ahora resulta que lo más inteligente que se puede decir de Obama es eso: que qué bien que haya un negro que... Es decir, estamos en las mismas. Yo imagino a Barack Obama, nacido en los 60, criado en los 70. Un tipo que ha tenido que vencer prejuicios, seguro. Un tipo que a base de empeño y talento ha luchado porque no vean en él a un negro, sino a un hombre capaz, valiente, inteligente... lo que sea.

Pero la gente no cede. La gente europea no cede, al menos. Aquí seguimos con el exotismo de "mira, un negro", como en las películas de José Luis Cuerda. No creo que Obama esté contento con ello. Él ha luchado porque se le juzgue igual que si fuera un blanco, o un amarillo o lo que quieran. Y 45 años después de nacer, de cada tres adjetivos que se dicen sobre él uno es "afroamericano", "de color" o "negro".

A mí me ha parecido ejemplar que la campaña de Obama no hiciera referencia alguna a su color de piel. Hubiera sido ridículo. Igual que me parece ridículo que se analice políticamente estas elecciones dependiendo del color de piel de uno de los candidatos. Porque venir a justificar que Obama mola más porque es negro es justificar que alguien diga que no puede presidir un país porque es negro. Cada uno con sus neuras.

Yo interpreto que el sueño de Luther King se cumplirá de verdad cuando un negro llegue a la Casa Blanca sin que todo el mundo tenga que mencionar que es negro.

El talento. El valor. La capacidad. La inteligencia. Eso es lo que cuenta. Eso es lo que ha intentado demostrar Obama. Es lo que ha intentado demostrar McCain. ¿Quién lo ha conseguido mejor? El miércoles por la mañana lo sabremos...