jueves, diciembre 25, 2008

Gomorra


Entiendo que el fenómeno "Gomorra" tiene que ver con el contexto. Hay que ser italiano, napolitano, conocer nombres y situaciones para entenderlo. Desde fuera se hace muy difícil. Generalmente, las películas adaptan los libros precisamente para hacerlos más "accesibles" ante el gran público: escogen la información más relevante, la más representativa y la muestran en la pantalla.

Sin embargo, aquí ocurre todo lo contrario. Sin haber leído el libro de Roberto Saviano es imposible enterarse de lo que está sucediendo. La película es mala. Así, como suena. Narrativamente, no tiene ninguna tensión ni ritmo y es previsible: todo el mundo muere y cuando menos se lo espera. Cada situación, cada "trampa", cada "emboscada" parece anunciarse desde el principio con una determinada expresión en la cara del actor o una música premonitoria.

Desde el principio hasta el final parece que todas las decisiones estuvieran mal tomadas y siempre se cayera en lo obvio.

Y es que, al menos desde fuera, el argumento es demasiado obvio: la mafia en Nápoles y su afán por controlar determinados barrios y determinados negocios: la industria textil, el tráfico de drogas y el manejo de residuos radioactivos. Honestamente, y sin un marco más amplio, resulta difícil entender por qué estas áreas son tan importantes para ellos y porque la gente mata y muere de manera tan sencilla.

En la película han optado por el minimalismo, por no explicar nada, y lo que queda es eso: una peli de "chicos de la calle" estilo "Ciudad de Dios" pero sin los personajes brutales de "Ciudad de Dios" y un montón de vendettas y trapicheos camorristas que más o menos hemos visto en unas 30 películas anteriormente.

Yo quiero creer que el escándalo del libro es que sea más un reportaje que una novela: que dé datos, nombres, localizaciones... que denuncie. Esta película no denuncia nada porque nadie sabe de qué está hablando y porque lo que cuenta lo cuenta muy mal. Su éxito de crítica y público me resulta más bien incomprensible. Diría que es una de mis manías pero la Chica Portada salió igual de decepcionada que yo del cine.

Y si no nos podemos fiar de la Chica Portada no nos podemos fiar de nadie.