sábado, diciembre 13, 2008

Reflexiones de la primera parte del Barcelona-R. Madrid

Nunca había visto a un Real Madrid tan mezquino. Vergonzoso. Peor que si fuera 3-0 perdiendo pero dando la cara. Patética la persecución a Messi, todo patadas al tobillo desde el primer minuto, consentidas por el árbitro. Patético ver a los once en su propio campo defendiendo y tirando balones arriba -ni una sola jugada construida en 45 minutos, sólo un pase largo a Drenthe que pudo acabar en gol-.

Lamentable ver cómo van reculando hasta casi meterse en su portería. Lamentable ver al portero perder tiempo en todas las jugadas. Lamentable, en fin, ver jugar al Madrid como si fuera el Real Unión de Irún.

De verdad, que no recuerdo nada igual.

El Barcelona por su parte está jugando con un agarrotamiento inaudito. Sin buscar desmarques, cayendo en la trampa de que Puyol o Yayá se chupen a todo el equipo contrario por el centro y luego... ¿qué? Pues contraataque. No me creo que Henry no se pueda marchar de Michel Salgado, así que no entiendo que no le busquen nunca. Eto´o ni la ha olido. No hay movimiento, sólo tensión.

Demasiadas expectativas. Se olvidan de que están nueve puntos arriba y pueden acabar a seis -tiene toda la pinta-. No hay alegría, hay tensión. En las caras, en las imprecisiones, en el empeño en complicar cada jugada.

No veo cómo el Madrid puede jugar peor en la segunda parte, así que tiene claras opciones de victoria. Ahora bien, si va a jugar así todos los partidos, sí que puede quedarse fuera de la Champions, efectivamente...