domingo, enero 25, 2009

El increíble orgasmo de Álex Martínez


Puede que después de todo Kelly tuviera razón. Su análisis me parecía adecuado: los cantantes cambian cuando cambian sus vidas. Puede que la vida de Alex Martínez haya cambiado tanto en los últimos meses que ahora sea un músico completamente distinto. Honestamente, lo desconozco.

El caso es que la transformación ha sido escandalosa: de ser un autor tranquilo, concienzudo, aseado, con talento para la composición y el piano pero problemas para entusiasmar y entusiasmarse. Todo demasiado rígido. El típico caso de pianista que se mira las manos.

No sé qué importancia tuvo el hecho de que Álex decidiera tomar las riendas de todo: hacer el disco, producirlo con su amigo Manzanero y promocionarlo por su cuenta. Parece como si se hubiera liberado de un peso enorme y ahora volara alto, sin necesidad de pedir perdón por estar ahí.

Las canciones de "Orgasmos modernos" no sólo son mejores, son más atrevidas. Diría más: son más divertidas. Calidad + diversión = público en los conciertos. Ayer, por ejemplo, Barcelona 8 hasta la bandera. No es que sea el sitio más grande del mundo, pero sí habría unas 50 personas y todos nos sabíamos las canciones. Incluso los que entraban para ver qué tal acababan contagiándose de los estribillos -porque, sí, las canciones de Álex ahora tienen estribillos y pegadizos-.

Si a eso le añades una banda formada por Christian Chiloé y Mario Raya, más las intervenciones de Lucía Caramés, Manzanero y Jorge Velo pues miel sobre hojuelas. Las únicas pegas: un concierto anunciado a las 21,30 no puede empezar a las 22,45. Lo siento, pero no. Nos pongamos como nos pongamos. La canción que da nombre al disco, "Orgasmos modernos" debería tener más peso. Es una canción sobresaliente: intensa, comercial, eléctrica... No es mala idea acabar con la canción, pero tampoco sería mala idea convertirla en una especie de "himno", de manera que fuera una de las primeras en tocarse y además cerrara el concierto.

Eso lo tiene que decidir Álex.

Yo, a todo esto, me alegro mucho. Creo que todos nos alegramos mucho porque Álex es un tipo formidable, una de las mejores personas que andan por el circuito y un currante tremendo. Por supuesto, ser un tipo formidable no exige que se hable bien de él. No es razón suficiente, al menos en este blog. Otra cosa es que cuando se habla bien de él, el crítico sienta una especial satisfacción, claro. Aunque se perdiera los dos goles de Messi.

Foto sacada del Facebook de Antonio Mingarro.