miércoles, junio 03, 2009

El gran salto editorial

Yo le tengo un gran respeto a las editoriales. Y a los editores. Mucho más a los editores "vocacionales", los que incluso pierden dinero por puro gusto literario o se ven asfixiados en tiempo y energía con tal de poder sacar a flote sin más su empresa, casi sin beneficios.

Respeto el servicio que prestan y la posibilidad de mediar entre aquel que tiene algo que contar y la gente que quiere que se lo cuenten. Faltaría más.

También respeto mucho a Telefónica. Muchísimo. O a Tele2, Vodafone... a Ono le tengo algo de manía. Pero les respeto. Cuando tengo algo que contar a alguien, ellos me dan la posibilidad de hacerlo. Me cobran por ello, vale, pero su servicio suele ser impecable. Marco unos números y ahí está la otra persona.

Me molestaría que, cada vez que tuviera algo que contar a alguien, fuera Telefónica la que decidiera si eso que cuento tiene interés o no. Honestamente, prefiero que dejen a un lado los juicios aunque sea a cambio de unos euros. Para ellos. Que se los queden. Imagínense que quisieran llamar a un amigo y una voz les dijera que su conversación no va a ser lo suficientemente interesante y que si eso que lo intente con Jazztel.

Y es que hay conversaciones más interesantes que otras, claro que sí. Y sería formidable que las operadoras pudieran apostar por unos clientes y no por otros y que sus conversaciones les salieran gratis, o sólo cobraran al que recibe la llamada. Pero no. Todos pagamos por contar historias y a ninguno nos parece grave.

Queda dicho que el trabajo de una editorial es decidir qué historias se van a contar utilizando sus servicios y qué historias no se van a contar. Y que eso es muy respetable. No sólo eso: necesario. En general, además, premia al talento, que es una cosa bien hermosa. Pero estoy convencido de que se puede saltar por encima, aunque sea a costa de unos euros, y conseguir que la gente te escuche o no según lo que ellos quieran y no lo que un lector apresurado, perdido entre manuscritos, crea que van a querer.

Y parece que en eso vamos a estar a partir de septiembre-octubre. Si aceptan acompañarme les prometo que va a ser un viaje de lo más interesante...