viernes, julio 24, 2009

Algo pasó con Madonna


Una perplejidad se convierte en un misterio cuando la comparte un taxista. Así, Madrid se llenó de carteles anunciando el concierto de Madonna e incluso en los autobuses salía la cantante y la fecha y el reclamo.

No es habitual.

¿Por qué?

Porque esta gente suele vender todas las entradas nada más salir. ¿Han visto algún cartel promocionando a Nine Inch Nalis? No, ¿verdad? Porque está todo agotado casi desde que se anunció el concierto.

El caso es que algo debió pasar con Madonna y su concierto del Calderón, convertido más en una pasarela de famosos que en otra cosa. Muchas entradas sobrantes y mucha fiesta VIP para excusar algo. ¿El qué? Obviamente, no se vendieron las entradas. Ya digo que no es una conclusión mía, o no sólo mía sino que está compartida por el taxista que me llevaba por Manuel Becerra, y eso, en Madrid, es cátedra, amigos.

¿Se llenó al final el Calderón aparte de con Guti y Arantxa de Benito? Ni idea. No hay muchos comentarios al respecto. Supongo que no, pese a toda la movilización famosil de última hora. Me baso en esta noticia y en el citado sentido común. Conozco a poca gente que estuviera ayer en el concierto, pero casi no conozco a ningún famoso que no estuviera. Curioso.

¿Hubiera ido yo al concierto? Es decir, ¿escribo esto por la perplejidad referida o por odio y burla a Madonna? Pues sí que hubiera ido. Encantado. El martes, LC y yo cantábamos a gritos los grandes éxitos -que yo recuerde, "Music", "Ray of light", "Material Girl" y "Like a virgin"- mientras desayunábamos en un bar de la calle Churruca a las 11 de la mañana. ¿Qué no podría haber hecho yo a las 11 de la noche en un estadio de fútbol?

Quizás por eso me sorprenda que todo lo que se hable de ella y de su concierto tenga más que ver con Soraya Saenz de Santamaría que con sus verdaderos fans o que sus verdaderos fans hayan huído en el último momento, sin duda espantados por los precios del promotor. Como, por ejemplo, fue mi caso.

Yo, que con 11 años ya había visto a Michael Jackson y con 12 compré una de mis primeras cassettes: "Like a prayer".