jueves, febrero 25, 2010

Lo mejor de nuestra vida



Este no es un post estrictamente noventero ni generacional, así que va aquí. Tan solo un par de apuntes que separan a "Lo mejor de nuestra vida" de Antonio Vega de ser una obra maestra:

- La canción no es rencorosa. Claramente, con ese principio, debería serlo. Es decir, en el fondo, esa canción debería haberla escrito Lichis.

- El uso de la palabra "superamistad" no está justificado bajo ningún pretexto.

Por lo demás, sin objeciones, al contrario.

Esta mañana le pregunté a una chica si quería que tomáramos un café y me miró como si le hubiera preguntado si quería que asesináramos juntos al presidente del gobierno.

Iba a escribir hoy sobre políticos del PP divertidos: por ejemplo, el tal Uriarte de Nuevas Generaciones, miembro de la Comisión de Seguridad Vial y conductor borracho en funciones -o al revés- y Francisco Camps, probablemente uno de los casos más flagrantes de corrupción política descarada que se conocen en los últimos años (y no es por falta de competencia, interna y externa). Lo impresionante es que le siguen votando. "Será un corrupto, pero es nuestro corrupto", me parece oírles. Nos hemos convertido en los padres de nuestros gobernantes.

Al final, me he decantado por Antonio Vega porque me parecía absurdo indignarme con dos políticos, sean del partido que sea. En el fondo, la política de este país se ha reducido a un constante estado de indignación de todos contra todos. Y luego en Europa, como pasa con nuestros equipos de fútbol, acabamos rozando el ridículo.

Por cierto, la chica dijo sí.

Nunca te fíes de una cara, en definitiva.