sábado, junio 19, 2010

La exhibición de Pau Gasol


Algunos estamos acostumbrados a ver a Pau Gasol liderar un equipo, jugarse cada balón importante y encontrar maneras de destrozar a sus rivales. Gasol ha sido el líder del mejor equipo FIBA de la década junto a Argentina y no creo que eso le importe demasiado a la prensa deportiva americana, pero obviarlo por completo resulta incomprensible. Más incomprensible es que lo obvien su entrenador y sus compañeros. Durante el último cuarto del último partido de la final entre los Lakers y los Celtics, bastó con darle el balón a Pau para que pasara algo: asistencia, falta forzada, canasta, mejor circulación...

No es que esto vaya a bastar para cambiar la idea que los periodistas tienen de Gasol. Kobe Bryant declaró recientemente que era el jugador más infravalorado de la liga y si uno repasa las crónicas de Sports Illustrated cuesta encontrar alguna referencia al tipo que metió 9 puntos, cogió 6 rebotes, dio 2 asistencias y puso 1 tapón en los doce minutos finales. Eso, prácticamente, sin cometer ni un error.

Al menos parece que se quitará la etiqueta de "blando". Hasta la próxima. Si Glen Davis se sale un partido es que Gasol es blando, si Garnett hace un mate es que Gasol es blando, si Perkins le pone un tapón es que Gasol es blando. Bien, en esta serie, ante un equipo físico a más no poder, ha tenido que sostener él solo el juego interior de los Lakers. Sin noticias de Bynum ni de Odom. Ha sido Pau contra el mundo y ha ganado Pau. Lo del séptimo partido de verdad que fue una exhibición: 19 puntos, 18 rebotes, 4 asistencias, 2 tapones, ni se sabe cuántas faltas recibidas porque no las cuentan, pelea constante en defensa, consiguiendo mantener a Garnett en sus números...

Cuando las cosas iban mal, se dejó la piel por mantener al equipo vivo. Cuando empezaron a ir mejor directamente lo llevó a la victoria.

No quiero restarle méritos a Artest ni a Kobe Bryant. Artest estuvo sensacional en defensa y sus acciones esporádicas en ataque resultaron clave. Bryant jugó uno de los peores partidos de su carrera, con una pésima selección de tiro, acciones individuales y falta absoluta de sentido del equipo. La diferencia entre un gran jugador y Michael Jordan. Eso sí, en el último cuarto no se cansó de ir a por la canasta, sacar faltas, compensar sus carencias, rebotear todo lo que pudo... hasta el agotamiento literal.

En fin, Gasol, Artest, Bryant... y Phil Jackson. Es posible que si yo me hubiera pasado dieciocho años entrenando a los Bulls de Pippen y Jordan y a los Lakers de Shaq y Kobe ahora tuviera un anillo de campeón de la NBA. Con grandes jugadores todo es más fácil. Lo que es demencial es que Jackson haya ganado 11 anillos en sus 18 temporadas. Más otras dos finales que perdió. Eso solo lo puede hacer un genio. Y sí, he mencionado a Jordan y compañía, pero tampoco es que sea fácil ganar con los Stacey Kings, Scott Williams, Jud Buechlers, Bill Wenningtons, John Salleys, Brian Shaws, Jordan Farmars y DJ Mbengas de turno.

En el intervalo entre el tercer y el último cuarto, entrevistado por la televisión americana y preguntado por los problemas de ataque de su equipo, PJ se limitó a sonreir y decir: "Kobe está acaparando todo el juego". Y perdían. Hasta que decidieron dársela a Gasol, un tipo que ha ganado dos anillos de la NBA, ha sido Rookie del Año, tres veces All-Star, campeón del mundo, campeón de Europa, subcampeón olímpico, máximo anotador en Europeos, Mundiales y Olimpiadas, campeón de la ACB, de la Copa del Rey, de la Copa Korac... y que no tiene ningún problema en pelearse y sacrificarse.

Porque merece la pena, lo entiendan o no.