miércoles, julio 28, 2010

La vida en tiempos de guerra

Vuelvo a Neo2, que siempre es un placer y un orgullo. Aquí tienen el enlace a la reseña de "La vida en tiempos de guerra", de Todd Solondz. Y más abajo tienen la reseña, sin más.



El cine independiente americano debería tener cuidado de no repetirse en su intento continuo de ser original. Uno puede resultar pesado incluso en la genialidad, y algo de eso hay en “La vida en tiempos de guerra”, de Todd Solondz, el hombre que nos maravilló en “Happiness” y que aquí nos deja más bien perplejos. La película está compuesta por historias cruzadas y ácidas. Muy ácidas. Demasiado ácidas, diría yo, porque igual lo de la “crítica a la sociedad americana y sus absurdas costumbres” empieza a estar más visto que Jean Claude Van Damme repartiendo patadas voladoras cual centrocampista de la selección holandesa. Y es que a veces los extremos se tocan, ya se sabe.

“La vida en tiempos de guerra” pretende ser una película ingeniosa y en ocasiones lo consigue. Tiene personajes al límite, situaciones familiares trágico-cómicas al estilo “American beauty”, diálogos mordaces, grandes actores y una entrañable colección de perdedores, cada uno en su estilo. No da la impresión, en cualquier caso, de que estemos ante algo nuevo sino más bien ante algo pasado de tuerca. Sinceramente, algunas de las escenas resultan un poco excesivas y rozan el mal gusto. Épater le bourgeois. Hay algo de John Waters del siglo XXI en la película y eso puede entusiasmar o cansar. Yo respetaré por completo al que quiera entusiasmarse. Si el espectador consigue entrar por completo en el juego de Solondz, sin duda disfrutará de su gusto por el esperpento. Si, por el contrario, no puede dejar de recordar películas y películas anteriores de familias desestructuradas, niños que ejercen de adultos porque sus adultos ejercen de niños, perdedores en el amor y en la vida y ese largo etcétera, le costará un poco más.

Dentro del exceso, el personaje de la niña pequeña es un hallazgo y aquí lo dejo para no destripar la película. Sólo faltaría eso. Un hallazgo algo ochentero pero bien presentado y sin cargar. Eso es lo que quería decir al principio en realidad: el cine independiente tiene margen y buena prensa, y si quiere repetirse que lo haga… Pero que no cargue demasiado.