viernes, agosto 27, 2010

Conocerás al hombre de tus sueños


Este viernes se publica en Notodo.com mi reseña de la nueva película de Woody, hagan clic en el enlace o lean a continuación...

Cada año recibimos el nuevo estreno de Woody Allen con una mezcla de esperanza y miedo. Por un lado, hemos disfrutado tanto con algunas de sus obras maestras que siempre hay una motivación para entrar al cine. Por otro, reconozcámoslo, la mayoría de esas obras maestras quedan ya a muchos años de distancia y muchas de las cosas que viene haciendo últimamente, aunque cumplen el expediente, están muy lejos de la genialidad que el neoyorquino demostró en el pasado. "Conocerás al hombre de tus sueños" viene precedida de un aluvión de críticas negativas desde su estreno en el Festival de Cannes el pasado mes de junio, pero tenemos una buena noticia: no es para tanto. Puede que no sea una película que pase a la historia del cine pero desde luego se puede ver sin problemas y disfrutar y sonreír.

Se trata de una de esas comedias de apariencia amable con personajes algo desquiciados que buscan su lugar en el mundo. En este caso, en Londres. La película sigue en parte el hilo de Si la cosa funciona, es decir, al final la única enseñanza es que, si tú eres feliz con lo que tienes, o eres feliz en la esperanza de que vendrá algo mejor, estupendo. Si te funciona, vale, y no hay que darle más vueltas. Por supuesto, hasta que encuentras eso que funciona -ese hombre o mujer de tus sueños- te vas a dar tortas contra mil muros, pero merecerá la pena. Si crees que merece la pena, claro. Los personajes avanzan y retroceden: los que creen ser felices descubren que no lo son y buscan algo nuevo. Los que se creían miserables y desafortunados acaban alcanzando una especie de paz en la incertidumbre de su destino.

Allen consigue dibujar unos personajes logrados y variados, aunque no exentos de tópicos. Su estructura teatral parece necesitar de esos lugares comunes para que el público no se pierda: el jubilado en crisis que quiere recuperar el tiempo perdido con jóvenes actrices, el escritor en crisis creativa, el exitoso millonario cuya vida privada se descompone y así sucesivamente. Todo ello con Donizetti de fondo. Te habrás dado cuenta ya de que tras la fachada de amabilidad estamos ante una comedia amarga, incluso resignada. Vidas de ensayo y error hasta que crees que das con la clave.

De hecho, Woody no se recrea demasiado en los finales de las historias, probablemente porque no considera nada como acabado. La música volverá a sonar y tendremos que volver a bailar alrededor de las sillas. Por momentos, esa especie de tristeza se traslada incluso al guión, que pasa de un punto a otro de la historia sin mayor explicación, como si en realidad lo importante fuera adónde llegas y tampoco hubiera que dar demasiadas vueltas al cómo. El "cómo", en las películas de Woody Allen, hace tiempo que es un incomodísimo invitado.

Los actores cumplen como cabría esperar cuando estamos ante Anthony Hopkins, Gemma Jones, Josh Brolin, Naomi Watts, un comedido Antonio Banderas y la bellísima Freida Pinto, a la que recordarás por su papel protagonista en "Slumdog Millionaire". Entre proyectos y desilusiones y nuevos proyectos van pasando sus vidas y va pasando la película. No todo son finales felices. No todo, ya te lo hemos dicho, son siquiera finales.