martes, diciembre 28, 2010

No controles

Borja Cobeaga se está convirtiendo en un experto de la comedia dulce y amable, películas que te dejan una sonrisa en la boca al salir del cine y cuyo humor no resulta molesto en ningún momento. “No controles” tiene muchas cosas de “Pagafantas” y de sus anteriores cortos en cuanto a estructura, personajes y diálogos chispeantes. Por otro lado, hay que reconocer que el guión tiene claras limitaciones y que, como sucedía con su primera película, la historia contada gana más que desarrollada durante una hora y media, como si el formato aún le viniera un poquito largo. Cobeaga es único imaginando situaciones y tiene una facilidad para el universo chico-chica y las diversas crueldades que se derivan de él envidiable. Si a eso le juntamos las diversas campañas virales que rodean a sus películas, la expectativa ante el estreno siempre es brutal. En este caso, el personaje elegido para la promoción es Juan Carlitros, también conocido como DJ Desfás, y que no deja de ser Julián López, uno de los actores de La Hora Chanante-Muchachada Nuí-Museo Coconut.

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La idea de enfocar la promo en Juan Carlitros es casi tan buena que compensa el error de la distribuidora de sacar la película después de Navidades, cuando está ambientada en plena Nochevieja y ha contado con semanas de promoción gratuita a costa del Estado de Alarma. Y es que “No controles” es la historia de un aeropuerto bloqueado y una relación bloqueada, sin aparentes indicios de despegue. Unax Ugalde y Alexandra Jiménez vuelan hacia sus puestos de trabajo en Madrid y Berlín respectivamente después de haber pasado la comida de Nochevieja juntos en un mero alarde de hipocresía y convencionalismo: los dos dejaron la relación hace meses pero él no se atreve a decírselo a su padre. Es la gran noche de la separación definitiva, sin más subterfugios, y una nevada les da una última oportunidad. A partir de aquí y sin entrar en demasiados detalles, la trama enloquece hacia el objetivo final, que es que los dos chicos acaben juntos porque para eso son los protagonistas. En ese sentido, se parece a “Pagafantas” y obviamente no es mi papel desvelar si ese objetivo se alcanza o no. El caso es que en medio de la relación y como Celestina de lujo se cuela el citado Juan Carlitros. El problema con este personaje es que es un pesado que va de gracioso. Eso es lo que opina Cobeaga de él y es lo que pensamos todos durante unos primeros quince minutos de chistes realmente insoportables. Que el personaje le dé la noche al protagonista no justifica que se la dé también al público, aunque Julián López desde luego está sensacional.

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Una vez en el hotel y entre algunas escenas alocadas de comedia casi noventera que, insisto, no molestan a nadie, y alguna conversación del tipo “tengo tanto que decirte pero no me atrevo y los dos lo sabemos” que sí llega a resultar irritante por su repetición, el espectador se olvida de pesados y de pegas y se mete por completo en la “Operación Reconquista”. Hay que destacar que si bien Unax Ugalde parece un poco superado por el papel –y cuesta decir esto de un actor tan sólido- Alexandra Jiménez vuelve a estar soberbia, como ya lo estuvo en “Spanish Movie”. Con todo el respeto hacia el género televisivo, que esta chica se haya pasado hasta los 30 años encasillada en un papel de “Los Serrano” resulta un poco increíble. La película es una auténtica exhibición de naturalidad, gracia y belleza contenida. La típica chica de la que el espectador se enamora. Y cuando un director tiene esa arma en la mano, ya tiene mucho ganado.