domingo, junio 12, 2011

¿Cesc o Thiago?


A nadie se le escapa que si el Barcelona ficha a Cesc Fábregas, los minutos de Thiago Alcántara se reducirán. Ya sería suficientemente difícil alojar a Cesc en un centro del campo campeón de Europa y del Mundo como para pasarte el año de suplente del suplente. Teniendo a Keita por fijo en partidos más físicos y a Mascherano como relevo de Busquets, pensar en siete centrocampistas para tres puestos complica mucho el reparto de minutos. Por supuesto, a lo largo de 65 partidos, los habría, pero, ¿tiene Thiago paciencia para eso?

Ahora mismo, el hispano-brasileño es una incógnita en todos los sentidos. Renovado casi a última hora y entre declaraciones cuestionables de su padre, el mítico Mazinho campeón del mundo con Brasil en 1994, Thiago tiene que decidir si prefiere quedarse en el Barcelona y aprender, irse cedido a un equipo de nivel más bajo en la misma primera división o triunfar ya en un gran equipo que juegue en Europa, para lo cual, probablemente, necesite un traspaso, pues se entiende que el Barça no va a potenciar a un rival directo a cambio de nada.

La afición y la prensa blaugranas dudan: ¿el presente de Cesc o el futuro de Thiago? Los dos dejan dudas, es lo peor: fichar a Cesc implica gastar entre 40 y 50 millones de euros y hacerle un contrato con una ficha de primer nivel, aumentando aún más el gasto en salarios del club, que es el más alto del mundo, por encima incluso de los de la NBA. Tampoco se sabe a ciencia cierta el grado de implicación del jugador con el proyecto: de acuerdo, se ha filtrado a la prensa que quiere volver y se rumorea que presionó a Wenger ya el verano pasado para regresar al equipo que dejó con 17 años. Además, su relación con el núcleo duro de la plantilla es excelente.

Eso no quita para que, al fin y al cabo, sacrificase todo eso para irse a Londres en su momento sin que el equipo de sus amores recibiera una libra y que, recientemente, con el interés del Barça ya sobre la mesa, renovase por ese mismo equipo. Aparte, está el tema lesiones. Es cierto que el equipo médico del Barcelona ha conseguido incluso reducir los problemas de Messi, pero en las últimas temporadas Cesc ha sufrido una media de dos lesiones importantes al año y eso preocupa mucho a la hora de hacer una inversión multimillonaria y probablemente sacrificar una perla del futuro.

Por otro lado, esa perla, Thiago, no despierta confianza en el club. Creo que a estas alturas es obvio. Su talento no se le discute, pero Guardiola lo ha mantenido en el filial casi todo el año y solo ha recurrido a él cuando media plantilla estaba lesionada. Ya tuvieron un incidente en su debut con la primera plantilla, cuando celebró "en exceso" un gol con el banquillo y los rumores sobre su excesivo orgullo parecen claramente filtrados desde el entorno del club. No es un problema solo del Barça, incluso Luis Milla, seleccionador sub 21 ha avisado al jugador: "Si quiere ser como Xavi o Iniesta necesitará tener su humildad".

Hay algo raro con Thiago, algo que se nos escapa, como en su momento se nos escapó lo de Eto´o. Tener a un jugador a disgusto en tu plantilla es una apuesta arriesgadísima. Ya digo que su calidad no se pone en duda, pero no deja de ser un chico de 20 años que aún no ha tenido tiempo de demostrar nada. No creo que Guardiola le quiera vender sin más, pero algo me dice que si llegan unas semifinales de Champions en San Siro o en el Bernabéu e Iniesta se le lesiona por tercer año consecutivo, el técnico preferirá contar con alguien de garantías como Cesc antes que con Thiago.

Lo ideal sería la "cohabitación", pero parece claro que será imposible. Según algunos medios, Thiago ya ha dicho que si Cesc viene, él se va. Está convencido de su calidad y está convencido de que triunfará en cualquier otro club. El Barça está ante una decisión complicadísima: ¿mantener en la plantilla a un jugador impaciente o traspasarlo y arriesgarse a que acabe siendo una estrella en un rival directo? Me temo que tendrá que inclinarse por lo segundo. Yo me inclinaría por lo segundo aunque reconozco que es casi una moneda al aire. Me gusta Thiago, sí, pero detrás de Thiago vienen otros jugadores como Sergi Roberto, Oriol Romeu o Deulofeu. Incluso su hermano Rafinha.

Que Guardiola prefiere a Sergi Roberto antes que a Thiago quedó claro cuando le dio unos minutos intrascendentes en el Bernabéu. Aquello era un aviso, como cuando puso a Pedrito a jugar los últimos segundos de la final de Roma de 2009, dejando a Bojan en el banquillo. ¿De qué será capaz Thiago en el futuro? Imposible saberlo. ¿De qué será capaz Cesc en el presente? Dependerá de su físico, pero sabemos que supondría una pieza clave en las rotaciones de un equipo que afronta seis competiciones el año que viene.

Thiago tiene que amoldarse a las necesidades del Barcelona y no al revés. Si no considera que eso es así, lo mejor sería dejarlo marchar y desearle lo mejor, aunque luego haya que tirarse de los pelos. A esto juegan once, pero como dice De Paco que dijo Di Stefano no pueden jugar unos encima de otros.