jueves, octubre 06, 2011

El decálogo del entrevistador

- El entrevistador es más que una grabadora pero es mucho menos que el entrevistado.

- El entrevistador nunca deberá intentar parecer más interesante que el entrevistado, ni siquiera tan interesante como el entrevistado, en ese caso el entrevistado sería él.

- El entrevistador que corrige o amplía las visiones del entrevistado convirtiéndolas en una visión propia que al entrevistado le resulta ajena acaba quitando importancia al entrevistado frente al lector.

- El entrevistador debe justificar ante el lector que el entrevistado es especial, interesante y único y por eso el lector debe leer esa entrevista y no otra. Lo contrario es vanidad y fracaso.

- Si el entrevistador sabe más de un tema que el entrevistado probablemente es que ese tema no es interesante o sencillamente pertenece a otra entrevista.

- Un entrevistador que repite la misma pregunta tres veces seguidas es normalmente un entrevistador que no escucha. Reformula. Espera un tiempo y vuelve al tema. No agobies.

- El entrevistador y el entrevistado pueden ser colegas, admiradores mutuos o enemigos mortales: eso al lector le da igual, no aporta nada. Si entrevistador y entrevistado olvidan al lector, lo normal es que el lector acabe por olvidarse rápidamente de ellos.

- El entrevistador no tiene por qué ser maleducado ni grosero con el entrevistado. Tampoco debe resultar mamporrero. Cuando un entrevistado termina diciéndote "me ha encantado tu entrevista" probablemente algo hayas hecho mal, salvo que el entrevistado entienda que la incomodidad puntual forma parte de ese encanto.

- Una buena entrevista es una entrevista con reflejos, no una entrevista en la que los dos ponen los pies sobre la mesa y se dedican a hablar de la mili o de lo bonitos que tienes los ojos, ¿te lo habían dicho antes?

- Toda entrevista parte de una perspectiva del entrevistador sobre el entrevistado y esa perspectiva normalmente va cambiando según llegan las respuestas, enrocarse en el prejuicio y esperar que el entrevistado diga lo que quieres oír, es decir, que sea él el que te haga el favor de darte el titular, es no tener ni puta idea de lo que es una entrevista.